El astigmatismo es una condición visual común que afecta la forma en que las personas perciben el contenido digital. Los usuarios con astigmatismo pueden experimentar visión borrosa o distorsionada, lo que dificulta la lectura y la interacción con sitios web y aplicaciones. Para garantizar una experiencia inclusiva, es esencial diseñar contenido accesible que tenga en cuenta sus necesidades específicas.
1. Elegir tipografías claras y legibles
Las fuentes tipográficas juegan un papel crucial en la legibilidad del contenido. Para usuarios con astigmatismo, es recomendable utilizar fuentes sans serif como Arial, Verdana o Helvetica, que ofrecen una apariencia limpia y sencilla. Evita fuentes decorativas o manuscritas, ya que pueden dificultar la lectura. Además, es aconsejable evitar el uso excesivo de mayúsculas, cursivas o subrayados, ya que pueden reducir la claridad del texto.
2. Utilizar contrastes adecuados y evitar el deslumbramiento
Un contraste adecuado entre el texto y el fondo mejora la legibilidad. Sin embargo, un contraste excesivo, como texto blanco sobre fondo negro puro, puede causar un efecto de «halación», donde las letras parecen difusas o brillantes, dificultando la lectura para personas con astigmatismo . Opta por combinaciones de colores con contrastes moderados, como texto gris oscuro sobre fondo claro, y evita fondos brillantes o patrones que puedan causar deslumbramiento.
3. Diseñar con estructuras claras y simples
Una disposición clara y coherente del contenido facilita la navegación y comprensión. Utiliza encabezados jerárquicos, listas con viñetas y espacios en blanco adecuados para separar secciones. Evita diseños recargados o con múltiples columnas que puedan confundir al lector. Una estructura lógica y predecible ayuda a los usuarios a orientarse y encontrar la información que buscan.
4. Ofrecer opciones de visualización personalizables
Permitir que los usuarios ajusten la apariencia del contenido según sus preferencias mejora la accesibilidad. Incorpora funciones que permitan cambiar el tamaño del texto, ajustar el contraste o elegir entre modos claro y oscuro. Es importante que estas opciones sean fácilmente accesibles y no dependan únicamente de la configuración del sistema operativo. Al ofrecer alternativas, se reconoce la diversidad de necesidades visuales entre los usuarios.
5. Proporcionar formatos alternativos de contenido
Diversificar los formatos de presentación del contenido puede beneficiar a usuarios con diferentes necesidades. Por ejemplo, ofrecer transcripciones de videos, descripciones de imágenes o versiones en audio del texto permite que los usuarios elijan el formato que mejor se adapte a sus capacidades visuales. Además, el uso de infografías o gráficos con texto mínimo puede facilitar la comprensión de la información clave.
6. Realizar pruebas y optimizaciones continuas
La accesibilidad no es un objetivo estático, sino un proceso continuo de mejora. Realiza pruebas de usabilidad con personas que tengan astigmatismo para identificar posibles barreras. Utiliza herramientas de evaluación de accesibilidad, como validadores de contraste y lectores de pantalla, para detectar y corregir problemas. Recoge retroalimentación de los usuarios y actualiza el contenido y diseño en función de sus comentarios.
Conclusión
Crear contenido accesible para usuarios con astigmatismo implica considerar cuidadosamente aspectos como la tipografía, el contraste, la estructura y la personalización. Al implementar estas prácticas, no solo se mejora la experiencia de estos usuarios, sino que se promueve una web más inclusiva y usable para todos. La accesibilidad beneficia a una amplia gama de personas y es un componente esencial del diseño centrado en el usuario.