Nos movemos en un mundo digital lleno de claves numéricas y alfanuméricas que nos «complican la vida». Pero mantener la seguridad de nuestras cuentas y dispositivos es más crucial que nunca. Los Números de Identificación Personal (PIN), también conocidos como códigos PIN, han sido durante años un pilar de seguridad para acceder a servicios y dispositivos importantes, como nuestros smartphones o cuentas bancarias.
Sin embargo, a pesar de haberlos introducido cientos de veces, a veces se nos olvida este código de tan solo cuatro dígitos. Con los avances tecnológicos, la ciberdelincuencia está logrando descifrarlos con relativa facilidad.
Aunque un PIN de cuatro dígitos parece seguro, ofreciendo 10000 combinaciones posibles, un estudio realizado por un antiguo científico de datos de Meta descubrió que uno de cada cuatro PINs de tarjetas bancarias puede ser adivinado probando tan solo 20 números. Este dato evidencia que la mayoría de las personas elige combinaciones numéricas predecibles y poco seguras.
Los 12 PINs más comunes
- 1234
- 0000
- 1111
- 9999
- 8888
- 1212
- 7777
- 1004
- 2000
- 4444
- 2222
- 6969
Esta lista se ha elaborado a partir de una muestra de casi 3,5 millones de PINs obtenidos de diversas brechas de seguridad. Lo más alarmante es que las 20 combinaciones más repetidas representan el casi el 30% de todos los códigos PIN utilizados.
Consejos antes de crear un nuevo PIN: combinaciones que debemos evitar
- Evitar números repetidos: Combinaciones como 1111, 3333 o 5555 son las primeras que prueban los atacantes.
- Secuencias numéricas simples: ‘1234’ o ‘4321’ representan casi el 11% de las contraseñas mundiales.
- Fechas de nacimiento: No uses tu fecha de nacimiento, el año de nacimiento o el de tu pareja o hijos en ningún formato. Estas son combinaciones fácilmente adivinables.
- Números con significado cultural: Evita combinaciones como 0007 (James Bond), 1984 (libro de George Orwell), 2001 (película «2001: Una odisea del espacio») o 2468 (secuencia rítmica popular).
Aumenta la complejidad con PINs más largos
Ya existe la posibilidad de utilizar PINs de hasta seis dígitos en muchos terminales móviles. Esta opción aumenta exponencialmente la complejidad, ofreciendo un millón de combinaciones posibles, en lugar de las 10.000 que permite un PIN de cuatro dígitos. Este simple cambio puede incrementar significativamente la seguridad de tus dispositivos.
Complementa el PIN con más medidas de seguridad
Para una protección óptima, el uso de un PIN debe complementarse con otras medidas de seguridad adicionales:
- Autenticación de dos factores (2FA): Añadir una capa extra de seguridad que requiere un segundo elemento, como un código enviado a tu teléfono, para acceder a tus cuentas.
- Contraseñas robustas: Asegúrate de que las contraseñas que utilizas son fuertes y únicas, combinando letras, números y caracteres especiales.
- Biometría: Utiliza tecnologías como el reconocimiento facial o de huellas dactilares, que ofrecen una capa adicional de seguridad y son difíciles de replicar por los ciberdelincuentes.
- Actualizaciones de software: Mantén tus dispositivos y aplicaciones siempre actualizados para protegerte contra las últimas amenazas de seguridad.
- Gestores de contraseñas: Estos pueden ayudarte a generar y almacenar contraseñas seguras sin necesidad de recordarlas todas.
En resumen, para proteger mejor nuestras cuentas y dispositivos, es crucial elegir un PIN único y menos predecible, aumentar la complejidad de los PINs cuando sea posible, y complementar estos con otras medidas de seguridad. La seguridad de nuestra información personal depende en gran medida de la fortaleza de estas combinaciones numéricas y de las barreras adicionales que implementemos. Por ello, cambiar los PINs más comunes por otros más seguros y adoptar medidas de seguridad adicionales son pasos esenciales para prevenir accesos no autorizados.